Con su espectáculo “La vida en una pelota” y con una potencia vocal que impactó subió al escenario “Enrique Maneiro” la primera murga representante de Soriano “La Doloreña” y lo hizo con la fuerza de un tornado.
El futbol tema central y desde allí todo el desarrollo de la propuesta, pescadores, un artista y músico, un trabajador de la construcción, dos pequeños empresarios, delivery, policía y militar, un changador, un psicólogo, un abogado y un juez, los personajes que fueron saliendo a escena –entrando a la cancha-, un relator y el equipo se armó: la murga apareció. Un salpicón donde no faltó el lenguaje inclusivo, los políticos y la política partidaria, la defensa y la crítica.
El Cuplé de Antoine Greizman trajo el humor de la murga sobre todo cuando es expuesto al test de uruguayez por entender que no reúne las condiciones para ser uno de los nuestros por el optimismo puesto de manifiesto.
El Cuplé de los jueces marcó la idiosincracia oriental de vivir juzgando, opinando, marcando lo que debe hacer el otro. El indigente, la mujer, los jóvenes, los pobres, el militante pasaron por el lenguaje de la murga. El juzgar sin argumento por juzgar nomás.
El relator anuncia que se juega el último minuto de descuento, el jugador se apronta y se congela la escena y llega el momento del final. Coro prolijo, afinado, voces solistas no muy convincentes pero una propuesta con contenido que gustó. Se retira la murga con recuerdos de una familia unida alrededor de una mesa, añorando momentos que no volverán pero también de jóvenes que surgen para no dejar morir la pasión del carnaval. Una retirada con mucha fuerza. Fundada en el año 2017, Directores responsables Arlington Fernández y Moisés Cabrera, Director escénico Pablo Magallanes, Puesta en escena Pablo Fernández y Marcelo Cabrera; arreglos corales Camilo Avella, Textos Emiliano Tuala y Camilo Avella, Maquillaje Oscar Estrán.